CAPITULO 2
Llegue a casa con una gran sonrisa en mi cara cuando de
repente viene mi madre y me dice:
-Algo quieres preguntarme verdad?-
-Pues la verdad es que si…. Me preguntaba si me dejarías ir
con Blas y su banda a recorrer toda España?-
-Yo te dejaría pero que harás con los estudios?-
-Allí puedo acabar mi bachillerato musical y tendré
experiencia con un grupo. Eso me lo puedo tomas como un sí?
-Bueno entonces te puedes ir con Blas y los demás, pero
antes tengo que hablar con su familia sobre todo esto.-
No me podía creer lo que me acababa de decir mi madre así
que le di un gran beso y me fui corriendo hacia la habitación a prepara un poco
la maleta que nos íbamos en 4 días. El sábado era el día en que mi vida cambiaría por completo, cogería un avión y adiós a mi vida anterior.
Me levante por la mañana muy feliz pero a la vez triste
porque me tenía que despedir de mis amigos del instituto, pero lo bueno es que
me iba a ir a Madrid con Auryn. Al llegar al instituto me encontré con una gran
pancarta que ponía ‘NO TE OLVIDAREMOS NAMI’. Todos mis compañeros me prepararon
una fiesta de despedida por estar tantos años juntos, era difícil no llorar.
La fiesta estuvo bastante bien ya que no podía parar de
llorar por la pérdida de mis amigos desde hacía unos 4 años aproximadamente. Estuvimos
todas las clases juntas en el patio despidiéndome con todo el cariño que se
podía recibir. El mejor recuerdo de mis despedía fue cuando nos pusimos a
cantar canciones absurdas desafinando de mala manera, divertido cuando lo
hacíamos pero ahora lo veo una absurdidad.
Ya llego el gran día era sábado y tenía todo preparado para
ir a Madrid. Sonó el timbre de la puerta, era de suponer que eran Blas y los
chicos esperándome fuera para irnos con el coche. En ese momento había una
parte de mí que se quería quedar allí, pero otra que quería marcharse. Blas fue
muy amable y me cogió las dos maletas que tenia y las puso en el maletero.
-Que te lo pases bien en tu nueva familia.- Mi madre entre lágrimas
-Tranquila mama seguro que me lo pasare bien y es una
oportunidad única.- Llorando ya porque no me quería despedir de ella, era
demasiado importante para no estar conmigo en este momento tan importante de mi
vida.
-Llámame cuando llegues que no se te olvide.- Le temblaba la
voz
-Si mama no lo olvidare. – Ya subiendo en el coche entre
lagrimones sentada justo en medio, a mi lado derecho Blas y al izquierdo Álvaro.
Álvaro vio esos lagrimones tan grandes que se dejo apoyar
por mí en su hombro, para sentirme un poco mejor. Unos cuantos pañuelos y se me
pasaría la llorera.
Éramos 6 en un mismo coche aun así no sabía cómo habían
cabido todas las maletas en el maletero. Era un largo viaje hacia Madrid pero
unas cuantas buenas historias y se pasa enseguida, no los conocía mucho a los
demás así que nos pusimos a contar nuestras vidas para conocernos un poco
mejor. A medio camino paramos para descansar un poco y comer o beber algo, así
que Blas y yo nos quedamos en el coche mientras los demás se iban a comprar. De
repente Blas me cogió de la mano y me dijo:
-Hay una cosa que hace tiempo que te quiero decir pero no se
la manera.-
Me quede con una cara pensando haber ahora que me va a
decir, pero vino David para decirnos si queríamos algo, así que Blas no me lo conto.
Me quede muy intrigada al pensar sobre que tenía que decirme.
